Para nadie es un secreto, la lluvia que este fin de semana cayó sobre el trazado del Circuito Nazionale di Monza retrasó, entre otras cosas, la clasificación para el GP de Italia; perturbando a Christian Horner, quien ha rechazado el “retraso” avalado por la FIA, considerando que “la Fórmula 1 no es un deporte que requiera de condiciones únicamente normales para poder competir”.
“Para ser sincero, creo que la reacción de la FIA fue muy conservadora. diría que demasiado conservadora incluso. Desde el punto de vista de la seguridad, es comprensible que se tomara tanta precaución en cierto punto, pero podríamos haber salido a pista mucho antes de lo que lo hicimos”.
Parte de lo expresado por el jefe de Red Bull, consciente de que “no es un asunto que debamos denunciar los equipos, sino que lo deben hablar internamente en la FIA”.
Tras lo antes descrito, es
oportuno recordar que ha sido una de las
clasificaciones más largas de la historia del Gran Circo, y es que, más
allá de la lluvia que impidió a los pilotos salir a la pista a correr; el
aguaplanning que sufrió Romain Grosjean
-quien se estrelló contra los muros- condujo a la FIA a ondear las banderas
rojas y posponer, aún más, la clasificación.