Mientras su compañero de escudería logró montarse en el podio del GP de España con una 3° plaza, el
piloto de Red Bull, Max Verstappen, no
pudo culminar la 5° carrera del Mundial 2017 de la F1, siendo el “detonante” de su casi nula
participación sobre el trazado de Barcelona-Cataluña: el incidente
entre los monoplazas de Valtteri Bottas y Kimi Räikkönen; más allá de la
salida desafortunada del neerlandés.
“Tuve
una salida desafortunada que acabó con cualquier opción posible, Intenté ir por
el exterior, ya que había mucho espacio por ese lado; si Valtteri no hubiera
tocado a Kimi, todos habríamos tenido espacio suficiente para hacer la curva.
A causa del toque, Kimi perdió el control del coche y me golpeó, pero no fue
culpa suya. Hay veces que tienes algo de suerte -como el año pasado-
y otras nada de nada -como este año”.
Así
lo ha expresado el afectado en rueda de prensa organizada por la FIA
luego del GP de España, lamentando “no poder participar”, considerando
que “con las mejoras de este fin de semana podría haber sido divertido y podríamos
haber conseguido un buen resultado”.
Mónaco: ¿la alternativa?
De
manera que, el próximo GP se presenta como una nueva alternativa y así
lo ha demostrado Verstappen al comentar: “es importante para mi tener la
vista puesta en Mónaco después de una mala carrera como esta. Espero que
podamos seguir mejorando y tener unas buenas batallas allí”.
Un
anhelo que se convierte en una meta que ha sido aplaudida por el jefe del
equipo, Christian Horner, quien ha recalcado “ahora nos dirigimos a la
carrera más prestigiosa del calendario, en Mónaco, donde esperamos
poder continuar la tendencia en cuanto al rendimiento y dar un buen espectáculo”.
¿Será posible? Para Horner “queda claro que hemos mejorado el
rendimiento del monoplaza, tal y como hemos hecho carera tras carrera esta
temporada, pero somos conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer”.