Más allá de las complicaciones
que el trazado de Sochi representó
-en la edición del 2016- para el piloto
de Sauber, Marcus Ericsson; la
escudería suiza se instala en Rusia con buenas sensaciones, apostando a un
buen desempeño sobre una pista de
significativas características técnicas.
Y es que, a juicio de Ericsson
“el Gran Premio de Rusia siempre es una
carrera interesante. Me gusta competir allí. El trazado destaca por estar localizado dentro del Parque Olímpico y
sus construcciones son de lo más impresionante. La pista para pilotar es divertida. El último sector es el mayor desafío porque es bastante técnico.
Espero que los aficionados rusos disfruten de la carrera. Haremos lo mejor para dar un buen espectáculo”.
Una percepción que es
aplaudida por el también piloto de
Sauber, Pascal Wehrlein, quien se atreve a asegurar que este Gran Premio suele traducirse en un “buen
fin de semana de carrera” aun cuando “no
es un circuito fácil; algunas curvas son muy técnicas”.
En ese orden de ideas, estima divertirse
en el GP de Rusia tras la novedad
que se presenta con los monoplazas, considerando “las curvas serán muy rápidas y hay algunas de noventa grados que serán
un reto. Tengo aficionados rusos, de cuando competía en Moscú para el DTM. No puedo esperar para regresar al coche
otra vez en Sochi”.