El
rendimiento de las máquinas de Red Bull comienza a agobiar a uno de sus pilotos
oficiales. Se trata de Max
Verstappen, evidentemente cansado por el desempeño que el coche de esta escudería de la Fórmula 1 ha tenido en el Mundial 2017; habiendo logrado un solo podio en China y tres retiradas -la última en
el GP de Canadá, atreviéndose a tildar de “basura” esta temporada.
“Fue una completa basura. De repente, toda la potencia se fue. Quería
acelerar y todo se apagó, incluso mi pantalla, así que no pude comunicarme con
el equipo. Es algo muy frustrante cuando vas segundo. La salida fue genial y creo que fue la mejor arrancada que nunca han tenido en
Red Bull”.
Pero, prosigue diciendo el
piloto neerlandés, la realidad es que “al
final te vas con las manos vacías y eso apesta. Podría haber terminado segundo
o tercero si las cosas no hubieran salido así. No me importa mucho. Con
todo lo que ha pasado, la temporada está
siendo una basura”.
Las declaraciones fueron
ofrecidas el lunes de esta semana en medio de entrevista concedida al canal
holandés Ziggo Sport, sin esconder su molestia y cansancio por el panorama; un
panorama incierto, añorando que en Bakú lo
acompañe, sino el rendimiento de su monoplaza, al menos, la suerte.